domingo, 28 de junio de 2009

a mi hija


Mujer, más bien podría llamarte niña
aún en esta vida que se enreda
a medida que los pasos avanzan
por el sendero inevitable de la muerte.

Es que te sales del camino, niña
y te vas por atajos, sonriendo.
Otras veces te pierdes, retrocedes
y no hay quien quiera llevarte en brazos.

Así es este sendero mariposa,
no siempre tenemos lo que buscamos;
es que a veces ni siquiera sabemos la razón
por la cual caminamos.

No dejes que tu llama desvanezca,
si no ves entre la sombra un claro,
que así como hay dolores en la tierra
siempre existirá la luz de lo amado.

Desde lejos te cubro con mi abrazo
que es distante, pero no menos fuerte
y lleno de amor por ti.

(Sol-len


No hay comentarios:

Publicar un comentario